Reciente hallazgo del telescopio espacial James Webb sugiere que hay menos planetas potencialmente habitables

Reciente hallazgo del telescopio espacial James Webb sugiere que hay menos planetas potencialmente habitables

Una ilustración que muestra cómo se vería el sistema TRAPPIST-1 desde un punto de vista cercano al planeta TRAPPIST-1f (derecha). (NASA/JPL-CALTECH)

 

 

 





El descubrimiento sobre la ausencia de atmósfera en el sistema TRAPPIST-1c, potencia la idea de la baja habitabilidad de varios exoplanetas rocosos.

Por infobae.com

La capacidad de observar planetas, estrellas y galaxias del telescopio espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés) sigue asombrando a la comunidad científica.

Pero no todos los hallazgos son buenas noticias. En el último estudio presentado por astrónomos que operan el poderoso observatorio espacial, la esperanza volcada de la comunidad científica en la posible habitabilidad en un sistema de siete exoplanetas a ubicados a 40 años luz, parece esfumarse.

Es que de los estudios realizados por el James Webb, se puede deducir que el exoplaneta TRAPPIST-1c carece de una atmósfera densa, al igual que informaron meses atrás sobre su vecino TRAPPIST-1b.

El sistema planetario Trappist-1 tiene tres planetas en su zona habitable, mientras que nuestro sistema solo tiene uno. (NASA/JPL-CALTECH)
El sistema planetario Trappist-1 tiene tres planetas en su zona habitable, mientras que nuestro sistema solo tiene uno. (NASA/JPL-CALTECH)

El sistema planetario TRAPPIST-1 es uno de los más fascinantes que conocen los científicos. Cuenta con siete exoplanetas —denominados b, c, d, e, f, g y h, en este caso en orden de lejanía de su estrella— que se descubrieron en 2017 y causaron sensación al saberse que al menos cuatro de ellos —d, e, f y g— están en la zona habitable de su estrella.

Se trata de un candidato ideal para ser estudiado por la nueva generación de telescopios en busca de indicios de atmósfera y biomarcadores a través de la técnica llamada espectroscopía de transmisión, sobre todo en el infrarrojo, la región del espectro observada por el telescopio espacial James Webb. Dicho y hecho, el JWST ha logrado medir la temperatura del planeta más interno y caliente, TRAPPIST-1 b. Las malas noticias es que parece no tener atmósfera.

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