Agricultores de Táchira ahogados por el contrabando colombiano y los ferieros “mala pagas”

Agricultores de Táchira ahogados por el contrabando colombiano y los fiereros “mala pagas”

 

Productores agrícolas de los municipios Seboruco, El Cobre y La Grita del estado Táchira, se reunirán en los próximos días con el fin de conformar un gremio de agricultores ante la necesidad de un sistema jurídico que los ampare, debido a las pérdidas irreparables de su producción en los últimos meses por el contrabando que estaría entrando desde Colombia.

Por Luz Dary Depablos / lapatilla.com





A esto se le suma la negativa de algunos “ferieros” (transportistas de verduras y hortalizas) de pagar las hortalizas cosechadas por los agricultores.

De hecho, hubo un incidente registrado la semana pasada cuando un “feriero” regresó 3.900 kilos de tomate a un agricultor de Seboruco y se negó a pagarlo, al parecer por haber encontrado varios tomates en mal estado.

Los agricultores difundieron la denuncia a través de un video grabado en el sector Santa Filomena de Seboruco, donde fue dejado el tomate. Uno de los campesinos menciona que el feriero, oriundo de Guanare, le regresó la carga completa de 150 cestas de tomate (3.900 kilos) y se había negado a pagar, a pesar de haber llevado el tomate hasta la ciudad de Caracas y regresarlo casi cuatro días después de haberlo sometido a ese extenso recorrido.

 

La plaga “caracha” también está afectando los sembradíos de tomate en Seboruco

 

La denuncia surtió efecto entre otros productores agrícolas de zonas aledañas, quienes también se pronunciaron, pues esta situación se ha repetido en otros municipios con rubros como el cilantro, la cebolla y la papa.

Por tanto, el feriero señalado, ante las molestias causadas en el sector, se vio obligado a pagar el 40 % de la carga y el tomate fue regalado a los vecinos de comunidades cercanas.

Tras este hecho, los agricultores acordaron conformar un nuevo gremio para poder exigir sus derechos, ya que muchos se han visto obligados a abandonar el campo por las pérdidas irreparables, debido a este tipo de circunstancias.

Competir con productos ilegales

Igualmente, el contrabando desde Colombia de tomate, cebolla, papa y otros rubros, está generando muchas pérdidas entre estos campesinos, ya que les resulta difícil competir con ese mercado ilegal, que además son rubros subsidiados por parte del gobierno colombiano.

Olinto Castañeda, productor de Seboruco, explicó que para sembrar 1.000 plantas de tomate, deben invertir 5 millones de pesos, es decir, unos 1.200 dólares. Al lograr la cosecha (sacando las pérdidas), representan unos 3.000 kilos de tomate, pero debido al contrabando se están viendo obligados a vender el tomate en 1.000 pesos el kilo, con lo que no recuperarían ni la inversión.

Por tanto, Castañeda plantea que “el Gobierno nos ayude con la creación de una oficina defensora de los campesinos en la sede del Inti, donde ellos puedan acudir cuando un feriero se niegue a pagarles y así contar con un lugar donde presentar este tipo de denuncias”.

Indicó que el mecanismo que se pudiese implementar a los ferieros que están devolviendo la mercancía a los agricultores y se niegan a pagarlo, “sería que les suspendan las patentes para el libre tránsito por el resto del país, como medida de presión para que les paguen a los campesinos”.

Agropatria no funciona

 

Agricultores de Táchira ahogados por el contrabando colombiano y los fiereros “mala pagas”

 

Además, buscan que se reactive la asistencia técnica, el asesoramiento al productor, tal como se hacía en la época cuando funcionaba Agroisleña, pues aseguró que “un campesino no cuenta con recursos para pagar a un ingeniero que supervise una mata, para eso en Insai hay ingenieros que nos pueden asesorar”.

Recordó que Agroisleña también ofrecía el servicio de alquiler de maquinarias y de sembradoras. “Ahora Agropatria es algo más privado que público, los costos son muy elevados, no cuenta con asesoramiento como lo daba Agroisleña, no ofrece créditos como los que daba Agroisleña, a mí me daban crédito cuando Agroisleña”.

Por otra parte, acotó que la crisis del combustible sigue siendo el pan de cada día, ya que a ese municipio solo llega una gandola semanalmente, y si las placas de sus vehículos no coinciden, deben esperar hasta dos semanas para poder surtir un tanque de gasolina.

Por eso se ven obligados a comprar gasolina (colombiana de contrabando) en 1,20 dólar, ya que es necesaria para el funcionamiento de las motobombas de riego, las máquinas de fumigar y para las bombas de aire de los sembradíos, indicó Olinto Castañeda.