¡Con vista al más allá! La historia del hombre que construyó una vivienda encima de unos ataúdes de un cementerio (FOTOS)

Jose Junco, dueño de la vivienda colindante al Cementerio Baquíjano, se pronuncia ante Tiktok. Foto: composición de Jazmín Ceras/ Omar Coca-GLR.

 

En Tiktok, se viralizó una estructura del Cementerio Baquíjano, en Perú, que dejó boquiabierto a más de uno y desató comentarios para reírse. ¿Qué pasó?, pues se mostró una zona completa de ataúdes en el que, al parecer, tenía un piso de vivienda encima. La República fue hasta el lugar y averiguó de qué se trataba realmente: ¿hay personas que residen ahí?, ¿qué opinan los vecinos? José Junco, dueño del recinto, brindó sus declaraciones y aclaró el confuso panorama.

Por La República 





¿Quiénes habitan en la vivienda colindante al Cementerio Baquíjano?

El señor José Junco se pronunció ante la ola de mensajes y los memes que ha recibido a través de redes sociales por la confusa construcción de su hogar y aclaró que él ni su familia son invasores del Cementerio Baquíjano, como se le viene acusando en Facebook.

 

El muro entre la vivienda de Jose Junco y el Cementerio Baquíjano. Foto: Omar Coca- GLR.

 

—¿Qué le diría a quiénes dicen que son invasores?

—Ustedes están viendo que no es así. Atrás del cuartel hay una pared del cerco que recorre todo alrededor del cementerio. Hay una pared blanca de cerco y, después de esa pared, nosotros recién hemos construido. Estamos apegados a esa pared. No estamos encima de los nichos todas las casas. La única diferencia es que yo he puesto mis ventanas aquí por la ventilación.

—Si se le solicita tapar las ventanas, ¿usted lo haría?

—Si la beneficencia me cambia las ventanas para la parte de adelante, bueno, porque cuesta sacar la ventana y colocarla adelante. No hay problema.

—¿Cuánto tiempo tiene viviendo aquí?

—Hace más de 30 años. Nosotros somos hijos de trabajadores de la beneficencia. Mi padre ha trabajado en la beneficencia, en el cementerio, ha sido administrador. La mayoría somos hijos de trabajadores y vivimos acá. Antiguamente, el cementerio nos daba la luz y el agua hasta que Edelnor nos puso los servicios.

Leer más en La República