Hasta dónde puede llegar la influencia política del rey Carlos III en el gobierno de Gran Bretaña

Hasta dónde puede llegar la influencia política del rey Carlos III en el gobierno de Gran Bretaña

El rey Charles III recibe al primer ministro Rishi Sunak en la primera audiencia oficial en el Buckingham Palace tras la asunción del nuevo líder conservador. (Aaron Chown/PA Wire)

 

 

 

En Gran Bretaña el monarca se mantiene al margen de la política. Este es un principio no escrito, pero ampliamente aceptado por la sociedad y el sistema de gobierno del país.

GUSTAVO SIERRA // INFOBAE

Aunque la corona mantiene enormes poderes, debe estar, teóricamente, al margen de la contienda política. Se supone que maneja los asuntos del reino de acuerdo con el consejo y los deseos del gobierno de turno y que el rey o la reina sólo mantienen conversaciones con el o la premier en reuniones semanales altamente confidenciales.

Pero también se sabe que la reina Elizabeth (Isabel) tuvo intervenciones cruciales en las políticas tanto del Reino Unido como de las demás naciones de la Commonwealth en las que ejerció como jefa de Estado. Y en el caso de Charles III (Carlos Tercero para los que lo castellanizan), que hoy asume oficialmente el reinado, sabemos que tiene opiniones firmes y trabajó por causas que van desde el cambio climático hasta la arquitectura moderna y la medicina alternativa. También, de sus puntos de vista más liberales de los que podría ser el núcleo del Partido Conservador, hoy en el gobierno.

Siendo Príncipe de Gales, promovió activamente sus causas con los ministros y dejó que su oficina de prensa las divulgara por los habituales canales extraoficiales de las redacciones de los medios de comunicación londinenses. Por ejemplo, hace no mucho tiempo atrás tuvo una discusión pública con el ministro de Educación por la baja calidad de la enseñanza y poco antes de que muriera la reina Elizabeth, en septiembre, expresó su oposición al plan del gobierno de enviar inmigrantes ilegales a Ruanda.

Sin embargo, el nuevo rey dejó claro en una entrevista con la BBC que entendía que debía comportarse de forma diferente si asumía el trono. “Está claro que no podré hacer las mismas cosas que he hecho como heredero”, dijo, añadiendo que no se inmiscuiría en cuestiones políticas como soberano, ya que “no soy tan estúpido”.

Reforzó este punto con su primer discurso a la nación como rey: “Mi vida cambiará, por supuesto, al asumir mis nuevas responsabilidades. Ya no me será posible dedicar tanto tiempo y energías a las organizaciones benéficas y a los asuntos que tanto me preocupan”.

“Ese trabajo pasará a otros”, dijo, añadiendo que “defenderé los principios constitucionales en el corazón de nuestra nación”. Esto implica que, si bien él no hará públicos sus puntos de vista, dejará que los miembros de la realeza hablen sobre cuestiones sociales, particularmente su hijo, William, el nuevo Príncipe de Gales.

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