Pablo Frías, un artista sin precedentes en el realismo del tatuaje

El tatuador argentino Pablo Frías. Foto: Cortesía NDP.

 

El realismo de sus piezas lo hace un artista sin precedentes, aquel que, con sus llamativos colores en saturación y dibujos animados, logra marcar tendencia en el mundo del tatuaje.

Foto: Cortesía NDP.

 





De una idea creativa a la piel, diseña alucinantes obras de arte, con aspecto realista, que recrean populares personajes de la cultura pop. Aunque su especialidad es el cartoon, su talento es capaz de sobrepasar los estilos existentes en la industria, si así se le presenta en el camino. Su inspiración parte de las series animadas, para dibujar lo que luego sería un grabado permanente en la piel, con colores intensos que van hacia la saturación. En este camino, ha sabido imponer un estilo fuera de lo común, un realismo sin precedentes que, al verlo por dondequiera, grita el nombre de Pablo Frías y rompe con los estándares establecidos en el tattoo.

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Por lo general, se enfoca en diseños de grandes dimensiones que requieren de mucha precisión y minuciosidad, en todo el proceso creativo. La mayoría de sus piezas la plasma en un brazo o una pierna completa y divide su trabajo en varias sesiones de largas horas, dependiendo de lo demandante que pueda resultar. Para los que aman la cultura pop, lo han convertido en “favorito”, para grabarse a su personaje con tinta y aguja; de hecho, es de los preferidos también por cantantes de la Argentina, entre ellos, Cazzu.

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En su camino a convertirse en un gran artista, la ciudad de Buenos Aires fue escenario para cumplir esa meta, pero ahora su nombre va cobrando reconocimiento a nivel mundial. El artífice tiene sede en Manhattan, New York, y realiza giras alrededor de los Estados Unidos, para visitar estudios e intercambiar conocimientos.

Nota de prensa