En Barcelona hay un basurero tan, pero tan hediondo… que hogares cierran sus ventanas para poder comer

En el sector Ezequiel Zamora de Barcelona cierran puertas y ventanas para comer ante la hediondez de un basurero improvisado

 

 

 





Habitantes del sector Ezequiel Zamora en Barcelona denunciaron que llevan más de 20 años viviendo rodeados de inmundicia, pues a pocos metros tienen un botadero de basura clandestino.

Javier A. Guaipo // Corresponsalía lapatilla.com

Según contaron, los olores nauseabundos y los zamuros ya se han vuelto parte de la cotidianidad de más de 40 familias que residen en la calle Virgen del Valle, ubicada entre el mercado José Antonio Anzoátegui y la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en la urbanización Tronconal III.

“El botadero está en territorio del mercado y desde la administración no hacen nada para acabar con esa maña de la gente de arrojar ahí sus desperdicios. A pesar de que en la entrada principal del expendio hay una casilla de Polibolívar (Policía Municipal de Simón Bolívar), los funcionarios tampoco toman cartas en el asunto”, manifestó Gloria Atagua.

La mujer agregó que ese foco de contaminación ha provocado múltiples enfermedades respiratorias o en la piel, sobre todo a niños y adultos mayores. Dijo además que son varios los vecinos que utilizan tapabocas para sentarse en el frente de su casa, debido a que la putrefacción es insoportable.

“Para no comer tan incómodos tenemos que cerrar puertas y ventanas, ya que si pega una ‘brisita’, toda la casa se impregna de esa hediondez”, resaltó.

A juicio del lugareño Jhonny Prado, la única forma de acabar con este mal que tiene años afectando la tranquilidad de decenas de familias es “tocándole el bolsillo a la gente”.

“Desde la alcaldía mandan obreros y maquinaria para recoger la basura, al menos, dos veces a la semana. Sin embargo, no pasa una hora de terminar el trabajo cuando nuevamente ves personas arrojando desechos. Por eso consideramos que el camino para exterminar la costumbre es imponerle multas a quien eche desperdicios en ese espacio”.

Los vecinos aseguraron que han acudido a varios entes gubernamentales para denunciar la irregularidad, pero nadie hace nada. No obstante, reiteraron el llamado a la alcaldesa chavista del municipio Simón Bolívar, Sugey Herrera, a que “le ponga la cascabel al gato”.