Carlos Ochoa: Normal, normal no es

Comienza la fiesta del mundial de fútbol en Catar, un país sin tradición futbolística, que se hizo con la sede en 2010 con muchas reservas y acusaciones de pago de comisiones a los directivos de FIFA en varios continentes, lo concreto es que mientras dure el mundial  el mundo va a estar pegado de una pantalla, pendiente de las gambetas y goles de los equipos clasificados, lo que equivale a una burrundanga planetaria que va a colocar a la guerra de Ucrania, las protestas en Irán y a lo que acontezca en el resto del planeta en segundo plano.

Nada que decir de lo que ocurra en Venezuela con el manoseado dialogo, que ha salido del foco de los medios y ya no genera noticias de primera plana, tampoco el interés y la expectativa que hasta hace poco mantuvo en las cancillerías de muchos países, que se involucraron para encontrar una salida democrática y pacifica a la ya larga crisis venezolana.

Con el asesoramiento de expertos en comunicación política extranjeros y el agotamiento y dispersión de la oposición, la “normalización” es una palabra que está imponiéndose en el relato oficial del gobierno y sus voceros, en sus aliados y hasta en artistas y youtuber que nos visitan para promocionar la “normalización” del país.





Lamentablemente nada está normal en Venezuela, la crisis es monumental y se agrava cada día, como señala el economista y diputado de la Asamblea de 2015 José Guerra, que informa lo que Maduro y el BCV no muestran y tratan de maquillar en materia económica monetaria, el Bolívar se devalúa y va en caída libre frente al dólar y el euro, generando que los salarios, jubilaciones y pensiones no alcancen para cubrir las necesidades básicas de millones de venezolanos, que obtienen sus escasos ingresos en bolívares y ven como todo sube de precio y no pueden adquirirlo con lo que el gobierno les paga.

La dolarización de hecho de la economía no parece reversible porque servicios y productos se tranzan en esa moneda, el venezolano que no depende del estado se ha acostumbrado a cobrar y pagar en verdes americanos, todos los anuncios y planes económicos del gobierno han fracasado, porque resulta imposible que el país se recupere, se normalice y comience a producir mientras Maduro este en el poder y los factores que lo apoyan sigan viendo a Venezuela y sus recursos como un negocio grupal que solo los beneficia a ellos.

Por estas razones y otras, es que resulta imposible la normalización de Venezuela, todas los diálogos, conversaciones, negociaciones en que participe parte de la oposición, tiene que entender que la sociedad venezolana no está “normal” y que si se llega por milagro a algún acuerdo electoral, no se puede hablar de normalización política, pues es imposible considerar normal a un régimen que por su falta de ideas y soluciones ha arrojado fuera de su tierra a más de 6 millones de compatriotas, como dice un médico amigo para referirse a personas con personalidades complejas, normal, normal no es.