Enrique Prieto Silva: El líder eres tú

Enrique Prieto Silva: El líder eres tú

Indiscutiblemente, el factor de perturbación en Venezuela es la falta de un liderazgo claro y capaz de orientar la política nacional hacia el deseo de todos: “lograr un régimen de gobierno que respete el mandato constitucional y logre volver la paz”. ¡Si, así de simple!, a pesar de los malos augurios y los entrabadores tanto dentro como fuera del país que insisten en la radicalización de “sacar al régimen”, sin querer darse cuenta que el régimen que tenemos es producto de la desidia de quienes insisten en pedir medidas para atacar al gobierno, que lo que hacen es destruir el país. Ya los que vivimos en esta tierra de gracia y nunca hemos pensado abandonarla, tenemos que sufrir las inclemencias de falta de algunos elementos esenciales que se encuentran en las secuelas de las medidas. 

En nuestro caso, tenemos productos que generamos en empresas de Estados Unidos y no podemos beneficiarnos de ellos porque las medidas no permiten envíos al país. Igualmente, es imposible hacer transacciones bancarias porque hay muchas restricciones. Hay también productores que no pueden incrementar su producción porque son atacados como “colaboracionistas” y son mal vistos por la comunidad de los incrédulos o tontos útiles; a los que se suman los chavistas antimaduristas que siguen el juego a esos opositores.

  Se sabe, sin duda alguna, como lo hemos dicho, que Venezuela vive una tragedia en la que todos somos actores, aunque muchos creían que sólo eran espectadores imparciales, con el derecho constitucional de sentirla y sufrirla como simples seres humanos, con derechos sin deberes. Se auto nominaban sufridores del pueblo en masa dispuestos al sacrificio por un ideal que desconocían y confundieron con el pensamiento mesiánico de un líder emulador del Padre de la Patria; líder, quien solo sigue un libreto extraído de mal interpretadas páginas de la historia. Toda una realidad indiscutible, pero a esa realidad muchos de estos líderes se fueron al exterior por su propia voluntad y sin ton ni son se unieron a la diáspora creciente que ya había fraguado un gentilicio antichavista y anti régimen abominable, lo que los ubicó con razón y derecho en los lideres antirrevolucionarios, aunque muchos de ellos auparon las pandillas de los colectivos que patrocinaron el enjambre avispona identificado con el “rojo rojito” de la revolución.





 Revisamos la crítica situación económica del país, y percibimos que ella es el reflejo de la maligna idea propugnada por muchos de “bloquear a Maduro”, sin darse cuenta que no es Maduro quien recibe la malignidad de la miseria, sino somos los venezolanos que vivimos en esta tierra de gracia. Por ejemplo, JOSÉ María Nogueroles, presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela afirmó que Venezuela no cuenta con crédito en ninguna parte del mundo. Estimó el decano de la banca venezolana, que en el mercado local circulan poco más de 2.500 millones de dólares y advirtió que una economía dolarizada «ayudaría a paliar estas dificultades transitorias que tenemos»; pero pensamos nosotros que eso sería conveniente y sabemos que el régimen no ha procedido por la malicia desde el exterior de bloquear la economía venezolana, lo que nos conduce al hambre y la miseria, y pudiera ser tarde cuando cesen estas malignidades.

Nosotros seguimos insistiendo en tratar de convencer a los connacionales en el exterior de que cesen en el ataque contra el gobierno venezolano y se inmiscuyan en el grupo que intenta recuperar la unidad democrática opositora para lograr su cambio en los venideros procesos electorales en marcha. Ya quedó clara nuestra insistencia de que optar por la fuerza interna o externa para recuperar la democracia es un suicidio.

Vamos a referirnos a uno solo de los opositores en el exterior, el colega Humberto González Briceño, cuya prosa en reciente artículo dice: “La política emprendida por la falsa oposición venezolana y el interinato de Guaidó parece buscar varios objetivos, pero ninguno de ellos se plantea o conduce a sacar al chavismo del poder. Por el contrario, si algo parece asegurado es el atornillamiento del régimen chavista gracias precisamente a una postura entreguista y colaboracionista auspiciada por los partidos del G4 y ejercitada por el hamponato interino. Esta postura se desagrega en tres componentes fundamentales: Las elecciones, las negociaciones con el chavismo y el manejo de los activos de Venezuela en el exterior.” ¿Entonces?. Concluimos en que no hay forma ni nadie con buenas intenciones. Aquí pregunto a González Briceño y a muchos otros compañeros de la Oposición. ¿Qué hacemos o podemos hacer para volver a la democracia y recuperar a nuestra Venezuela democrática sin guerra?

Antes alertamos a los coterráneos que están fuera del país y no tiene medidas persecutorias legales o políticas, que vayan pensando en regresar para que se incorporen al trabajo fecundo y a la preparación de los venideros procesos electorales. Deben dejar de lado su discurso de ataque a Chávez y al chavismo que ya no existen y enrolarse para ¡Volver a Venezuela!; como dice Pérez Bonalde en ¿Vuelta a la Patria! “…Ya la vista columbra/las riberas bordadas de palmares/y una brisa cargada con la esencia/de violetas silvestres y azahares,/en mi memoria alumbra/el recuerdo feliz de mi inocencia,/…” .

¡Volver a Venezuela!: Llevo tu luz y tu aroma en mi piel/y el cuatro en el corazón/Llevo en mi sangre la espuma del mar/y tu horizonte en mis ojos

¿Qué hacemos?, ¡El líder eres tu!