La historia de un hermoso árbol chino que está prohibido en Colombia por orden del Consejo de Estado

Pawlonia Tomentosa

 

 

La especie es considerada como invasora, por lo que su crecimiento en Colombia no está permitido, hasta que estudios avalen y certifiquen que no afecta el resto del medio ambiente; la medida ya se ha tomado en otros países de Latinoamérica.





Por infobae.com

Pawlonia Tomentosa, es un árbol, con una floración y follaje muy abundante, con un característico color rosado, originario de China, conocido también como Kiri, ha sido fuertemente limitado por los gobiernos de distintos países, por su rápido crecimiento, que deriva una pérdida de recursos para las demás especies en el entorno, lo que llevó a que el Consejo de Estado prohibiera su siembra y comercialización.

La especie llegó hace varios años al país, además de su belleza, porque supuestamente servía para reforestar y rehabilitar territorios impactados por la minería. Por ejemplo, en Boyacá, se intentó hacer un proyecto de embellecimiento de paisajes plantando este árbol.

Según lo que expuso el alto tribunal el año pasado, sentencia que ratificó recientemente, una acción popular, en primera instancia, interpuesta en el Tribunal Administrativo de Boyacá, buscaba detener la comercialización de esta especie importada, al menos hasta que las autoridades competentes no avalaran, con estudios, que el Kiri no impactara al ecosistema donde se plantara.

La pelea jurídica fue refutada por entidades como la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, el ICA, Corpoboyacá, entre otras, señalando que:

“Adicionalmente, dos coadyuvantes de la parte demandada solicitaron medidas cautelares de urgencia, en aras a que se permitiera que trabajadores del campo y campesinos pudieran comercializar productos de los cultivos de Paulownia existentes. Esto, con el respectivo control fitosanitario de parte del ICA y las corporaciones autónomas regionales y previendo la existencia de un manual de monitoreo y prevención por parte del Jardín Botánico José Celestino Mutis. Entre otras solicitudes, también pidieron que se ordenara a la ANLA suspender los procesos sancionatorios a quienes cultivaron esta especie sin contar con licencia previa”.

Con esto, empezaron los dilemas con los estudios, que avalaran o no la plantación de esta especie, argumentando, por el contrario, efectos positivos de la planta, además podría existir una oportunidad de negocio para el país.

“Los recurrentes solicitaron tener en cuenta algunos estudios que, a su juicio, demuestran los efectos positivos del cultivo de la planta, tras su presencia en Colombia, dicen, de entre 20 y 40 años. A su juicio, la prohibición estaría poniendo en riesgo compromisos contractuales por cerca de 28.000 millones de pesos, que es la cifra en la que algunos cultivadores han calculado el valor monetario del restablecimiento de sus derechos colectivos, en el curso de otra acción popular ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca”.

Pues por esto, el Consejo de Estado determinó que, por ahora, no se puede permitir la comercialización y plantación del Paulownia Tomentosa en Colombia, señalando que las pruebas que presentaron no son conducentes, para que se pueda determinar que no haya una afectación por la presencia de la planta.

Todo esto partió porque una bióloga denunció que en Nobsa se habían entregado estas plantas, a propietarios de títulos mineros, con el fin de compensar el impacto ambiental derivado de la exploración y explotación.

No obstante, el tribunal dejó la ventana abierta para que se pueda seguir explorando la posibilidad que el árbol pueda sembrarse en el país, pues según la sentencia, que la ratificó, que sea invasora no quiere decir que esté prohibida, pues muchas otras especies que también están catalogadas igualmente, ya están cultivadas en Colombia:

“Que una planta esté catalogada como ‘invasora’, no significa per se que inmediatamente deba ser prohibida. Esta categoría enciende una alarma temprana que acarrea la evaluación de sus impactos reales. Varias especies arbóreas invasoras, como lo son la Paulownia tomentosa, el eucalipto o la palma africana, hacen parte de nuestra industria forestal y, sin embargo, no han sido prohibidas de forma definitiva”.