El “annus horribilis” de Isabel II: un sorprendente topless, un tampón, dos divorcios y un incendio

El “annus horribilis” de Isabel II: un sorprendente topless, un tampón, dos divorcios y un incendio

La reina Isabel II Michael Kappeler/dpa (Foto de ARCHIVO) 24/06/2015 ONLY FOR USE IN SPAIN FOTO: DPA VÍA EUROPA PRESS DPA VÍA EUROPA PRESS

 

 

 





El 2 de junio de 1953, un año después de la muerte de Jorge VI, Isabel II fue proclamada Reina. Fue una ceremonia muy especial para los británicos. Fue algo mágico. El primer ministro Winston Churchill diría en la radio esa noche que “la figura resplandeciente que la providencia nos ha traído en tiempos donde el presente es duro y el futuro velado”. Isabel II, a sus 27 años, era el faro que iluminaría a un país devastado por la guerra. Era el momento de comenzar de nuevo. Como explicaría la princesa Margarita años después: “La coronación fue como el ave fénix. Todo se levantaba de las cenizas. Era joven, hermosa y encantadora y nada impediría que las cosas fuera cada vez mejor”.

Por La Razón

 

Isabel II y su marido el día de la coronación en 1953

 

Y así transcurrieron 70 años, en los que la reina logró un índice de popularidad nunca visto, cercano al 90 por ciento. Consiguió que Reino Unido se mantuviera neutral en todos los conflictos y su figura se elevó por encima de todas para convertirse en un mito, el último del siglo XX.

Pero no todos los momentos fueron buenos. De hecho, ha tenido muchas épocas muy malas, con mucha tensión, a nivel político pero también a nivel familiar. Pero su peor año, tal y como ella reconocería posteriormente fue 1992. En una reunión con los periodistas que siguen la actualidad de la Casa Real británica, en la que conmemoraba los 40 años de reinado, Isabel II hacía balance e indicó que 1992 no lo recordaré como un buen año. “En palabras de uno de los periodistas más cercanos ha resultado ser un annus horribilis”.

 

Sarah Ferguson con el príncipes Andrés y sus hijas en una imagen de archivo

 

La reina resumió el peor año de su reinado con la voz ronca, por la gripe. 1992 comenzó con una reunión en el mes de enero con el príncipe Andrés y Sarah Ferguson, en la que le anunciaban que se iban a separar porque su matrimonio se había terminado. Fue un encuentro breve y tenso. La monarca le pidió a Ferguson que lo reconsiderara, que tenía que ser fuerte y seguir adelante. Pero la decisión estaba ya tomada, por lo que la parece decidió aplazar el anuncio durante seis meses.

Los rumores estaban ya en boca de todos cuando en febrero se publicaron unas fotos de la duquesa de York durante unas vacaciones, acompañada de su amante Steve Wyatt, lo que precipitó la separación y se adelantó al mes de marzo. Los diarios sensacionalistas se frotaban las manos y hablaban de la “guerra de Gales”, en referencia a la complicada situación de la pareja.

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