Hoy se cumplen 30 años de cuando el entonces Teniente Coronel Hugo Chávez se dio a conocer a los venezolanos, al liderar una aventura con niveles de irresponsabilidad muy elevados durante la intentona de golpe de Estado contra el Presidente Carlos Andrés Pérez.
Ante los ojos del mundo fue un hecho que marcó un antes y un después de la realidad política, social del país y por supuesto mucho más adelante la económica cuando Chávez siete años más tarde, se convierte en Presidente.
Un discurso de mea culpa, por televisión de escasos 72 segundos lo catapultó: “lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital”, dijo un Chávez delgado, con su boina roja de paracaidista, para el ciudadano venezolano el momento más nefasto de nuestra historia contemporánea.
La situación actual es peor que la de 1992. No sólo la economía está destruida en su totalidad, también la moralidad de millones de ciudadanos, el chavismo desmanteló a la familia venezolana quien representó el pilar de nuestra sociedad.
Ya han pasado tres décadas, hoy podemos concluir que esto fue un plan muy bien orquestado por el Comunismo internacional, con el único fin, de poner las manos en nuestras riquezas
Es responsabilidad de la generación que vivimos estos acontecimientos, que le expresemos a las nuevas y futuras generaciones, la verdad de lo que pasó en Venezuela y así evitar que los pueblos de América caigan en desgracia, por el engaño de un rufián churullero que estafó a un pueblo.