La hiperinflación aleja a los venezolanos de las medicinas durante la pandemia

La hiperinflación aleja a los venezolanos de las medicinas durante la pandemia

Vista de medicamentos en la casa de la familia Hernández, en Villa María del Triunfo, en las afueras del sur de Lima, el 25 de junio de 2020. – Los 14 miembros de la familia Hernández llegaron a Perú desde Venezuela hace dos años, pero el coronavirus ha puesto sus esperanzas de una vida mejor bajo control: el abuelo murió y los otros 13 están tratando de sobrevivir a la enfermedad. (Foto por ERNESTO BENAVIDES / AFP)

 

 

La última vez que Juan Hernández encontró memantina y donepezilo para su hermana y cuñado que padecen la enfermedad de Alzheimer, decidió comprar varias cajas para asegurar el tratamiento por varios meses, tomando en cuenta que se trata de productos importados que no siempre se consiguen en el país.





Publicado originalmente por Carlos Seijas en TAL CUAL

Eran los primeros días de marzo, antes de que el gobierno confirmara los primeros casos de coronavirus y ordenara a todo el país a confinarse en sus hogares. Cada caja de memantina de 30 píldoras costaba entonces 810.000 bolívares, el equivalente a unos 11 dólares al cambio vigente en el mercado paralelo para ese momento (Bs. 75.100/dólar); mientras que por cada empaque de 28 pastillas de donepezilo pagó Bs. 466.000 (unos 6,5 dólares).

Pero llegó la pandemia y la cuarentena trajo consigo la escasez de algunas medicinas, en particular de aquellas especializadas como los productos para la memoria. Cuando a finales de junio volvió a conseguir memantina, el precio se había disparado a seis millones de bolívares ($30 para el momento), un alza de más de 740%, y esto porque compró las últimas cajas a ese precio pues el nuevo costo era de 18 millones el empaque (cerca de $82).

En el donepezilo el incremento fue mayor: 1.828% en tres meses, al dispararse a Bs. 8.520.000 la caja de 28 unidades (unos 38 dólares). “Los medicamentos para el Alzheimer siempre fueron costosos, pero el aumento en dólares ha sido exagerado”, señala Hernández, a quien no le queda duda de que la demencia senil se ha disparado en el país ante la imposibilidad de muchos pensionados de poder pagar esos precios.

También a finales de marzo, Antonio Molina adquirió tres cajas de tamsulosina por 10 dólares ($3,3 cada una). Pensó comprar más, pero cuando regresó a la farmacia ya no había. Dos meses después, cuando el esquivo producto volvió a los anaqueles, no podía creer el monto: entre 15 y 25 dólares, según el laboratorio fabricante fuera europeo o estadounidense; un alza de 757% en dólares, algo impensable en ningún país donde esa sea la moneda de uso común.

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