Gustavo Coronel: Hago un llamado a la Sociedad Civil Venezolana

Gustavo Coronel: Hago un llamado a la Sociedad Civil Venezolana

thumbnailgustavocoronelLos pilares fundamentales de la Nación se derrumban. Las finanzas del país están en caos. La ineficiencia gubernamental es pavorosa. Es necesario actuar sin demora.

La crisis venezolana es total. Los documentos publicados casi a diario por parte de las sociedades profesionales, de las organizaciones de derechos humanos, de los maestros, de expertos en petróleo, de centros académicos y de empresarios, nos hablan de las múltiples facetas de la crisis. Pero estos esfuerzos, aunque importantes, se efectúan de manera aislada y, por ello, no tienen el poder que les daría la existencia de un gran Frente Nacional.

La magnitud de la crisis obliga a una masiva acción de protesta. Sin embargo, importantes sectores de la nación que se oponen a este gobierno ruinoso aun piensan que la obtención de concesiones parciales que puedan mejorar temporalmente su situación sectorial justifica los acercamientos al régimen. Ello los lleva a deslindarse de la protesta masiva y activa.





A fin de ilustrar la urgente necesidad de conformar un gran Frente Nacional mencionaré tres aspectos fundamentales de la gran crisis venezolana:

1. La crisis de la salud. En un comunicado publicado en El Nacional el 23 de Abril pasado, la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales, AVCH, se dirigió al país para denunciar la grave crisis de suministros médicos por la cual atraviesan sus 208 instituciones afiliadas. Esta es una crisis que viola el derecho constitucional a la salud, en sus artículos 83,84 y 85. A las carencias agudas del sistema público de salud se agrega ahora la falla absoluta y crítica de hasta 239 rubros necesarios para la atención de salud, los cuales son en un 90% importados, desde medicamentos hasta válvulas cardíacas, guantes quirúrgicos, inyectadoras, sondas, catéteres y suturas. El comunicado advierte sobre la saturación de sus servicios de emergencia, ya que hasta un 38% de los pacientes del sistema público buscan los servicios del sistema privado, incluyendo empleados públicos y sus familiares cubiertos por seguros del Estado. La regulación de precios impuesta por la providencia 294 obliga a estas instituciones a cobrar precios por debajo de los costos. La ley del Trabajo ha generado altos gastos operativos al establecer turno de apenas seis horas diarias para un personal costoso. Las deudas del Estado y aseguradora crecen, estimadas hoy en unos Bs. 10 mil millones, con plazos de pago promedio de hasta 6 meses, en un clima altamente inflacionario y con un 12% de incobrabilidad.

El sistema público de salud cuenta con unas 45.000 camas presupuestadas, de las cuales solo unas 12.300 están operativas y atienden al 44% de la población, es decir, un enfermo por cama por mes. Mientras tanto, el sistema privado de salud, con apenas 8000 camas atiende al 56% restante, diez enfermos por cama por mes.

2. La crisis de la educación. En el campo de la educación se presenta hoy una crisis similar, representada por la pretensión del régimen de reemplazar la educación por adoctrinamiento ideológico. La reforma educativa que pretende el régimen incluiría, ver: http://observatorioeducativo.wordpress.com/2014/04/23/primeras-notas-sobre-la-consulta-educativa-antecedentes/ educación pre-militar y manejo de armas a nivel de la educación media, el re-escribir la historia venezolana, exaltando la figura del difunto a la usanza de Corea del Norte o la Libia de Gadaffi; la modificación estructural de la escuela, para ir a un “sistema educativo Bolivariano”, con ingredientes de adoctrinación ideológica; la implantación de una “educación para la defensa integral ”; textos escolares de la Colección Bicentenaria de baja calidad docente y con propaganda ideológica; la conversión en ley del llamado Plan de la Patria, en el cual se establece: “el desarrollo de una nueva orientación..de la sociedad, basada en los valores liberadores del socialismo” y la adecuación de los planes de estudio para ello. Esta disposición viola el artículo 102 de la Constitución que establece que la educación deberá respetar todas las corrientes del pensamiento.

La consulta sobre el Currículo Nacional Bolivariano ha sido elogiada por educadores prestigiosos, como Leonardo Carvajal y el Padre José Virtuoso, S.J., de la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB, pero otros disienten vigorosamente. José Ignacio Hernández nos dice, ver: http://prodavinci.com/blogs/la-resolucion-058-y-la-consulta-nacional-por-la-calidad-educativa-por-jose-ignacio-hernandez-g/ : “Una primera lectura de los materiales que el Ministerio ha editado para adelantar esa Consulta podría arrojar comentarios positivos….. Sin embargo, nuevamente, tenemos que leer entre líneas. Al explicar los principios de la Consulta, se sostiene que las líneas orientadoras del currículo se enmarcan en el Plan de la Patria”.

El Plan de la Patria, ya sabemos, es un documento absurdo, cursi y anti-constitucional, arbitrariamente convertido en ley.

A este intento de cubanizar la educación en Venezuela se agrega ahora la llamada Resolución 058, según la cual – sin consulta previa alguna – se delega en comités comunitarios vagamente definidos la responsabilidad del estado de velar por el derecho a una educación de calidad. La gestión de contraloría social se delega, en la resolución, a la misma escuela cuya actuación debe ser controlada; las funciones propias del estado pasan a ser desempeñadas por la Escuela; la supervisión educativa se entrega a miembros de la comunidad que no poseen el conocimiento para ello; se traspasan responsabilidades del estado a la comunidades sin traspasar los recursos para que ello pueda ser efectivo y se diluye la participación de los padres y representantes en la función monitora de la educación.

3. La crisis petrolera, la cual genera una crisis financiera. El colapso de la industria petrolera venezolano está representado por una dramática baja de medio millón de barriles diarios de producción; cinco veces más empleados que en 1998; la importación de gas natural dese Colombia; la importación de productos refinados esde los Estados Unidos; el galopante endeudamiento de la empresa, ahora estimado en unos $120.000 millones; el estancamiento en el desarrollo de la Faja del Orinoco y de los campos de gas costa afuera; la corrupción a niveles nunca vistos en la empresa (documentable); dependencia financiera del Banco Central de Venezuela, el cual le ha inyectado más del equivalente de $40.000 millones en dinero inorgánico.

Mi llamado a la sociedad civil venezolana

La fuente por excelencia del poder ciudadano es la sociedad civil. Incluye a todos los ciudadanos venezolanos en función pensante, no en función de masas. Es la sociedad civil la que debe librar nuestra batalla, en todos los frentes ciudadanos, con todas las herramientas cívicas disponibles, entre otras: la opinión pública, las protestas masivas en la calle, las huelgas sectoriales o generales, las denuncias internacionales y la creación de un Gran Frente Nacional, cuyo momento llegó ya hace algún tiempo. Nada de sentarnos a dialogar con un régimen hamponil. Nada de hacer concesiones que validen el horror y la inmoralidad de este régimen. Quienes abogan por el diálogo porque lo visualizan como un proceso civilizado entre las partes no se han detenido a pensar si ello es posible dentro de la realidad venezolana. Esta realidad obligaría a la oposición a negociar en búsqueda de concesiones graciosas y parciales, mientras el régimen se consolida en lo esencial.

Propongo la convocatoria de una gran Conferencia pro Democracia en Venezuela que siente ls bases de un Gran Frente Nacional. A esta conferencia asistirían los líderes de la sociedad civil, por ejemplo: Henrique Aristeguieta Gramcko y el grupo de venezolanos quienes lo acompañanaron en la firma de reciente manifiesto; los líderes estudiantiles; Vanguardia Popular; María Corina Machado, Antonio Ledezma y Diego Arria; las sociedades profesionales tales como el Colegio de Abogados, el Colegio Médico, el Colegio de Ingenieros de Venezuela, la Sociedad de Ingenieros de Petróleo, la Sociedad de Geólogos, las universidades, los maestros, los sindicatos no capturados por el régimen, los periodistas venezolanos, el Frente Institucional Militar; la diáspora venezolana; las sociedades de vecinos, los grupos de derechos humanos, los centros de reflexión como CEDICE, y las numerosas y prestigiosas individualidades que no se resignan a doblar la cabeza frente a la dictadura. Que toda esta pujante sociedad civil venezolana se levante en una protesta unificada y rotunda.

Cada día que pasa existe el peligro de que se consolide una tendencia a la resignación por parte de venezolanos dependientes del Estado demagógico. Ya hay muchos sumisamente vestidos de rojo.

Amigos de la Sociedad Civil:

Vayamos a la búsqueda de la verdadera Venezuela, la que no anda vestida con trapos rojos, la que no vive a costa de los dineros nacionales ni desea coexistir pacíficamente con el horror.