Roderick Navarro: Guerra a lo mediocre

Roderick Navarro: Guerra a lo mediocre

Son muchos los venezolanos que han perdido la confianza en los chavecos y su “oposición”. Las encuestas colocan al grupo ni-ni nuevamente como una mayoría, frente a los polos ya tradicionales, entendiendo por “tradicionales” al PSUV y los 8 “partidos” que conforman la MUD. Lo demás son tarjetas de maletín que sirven para hacer negocios en momentos electorales. Todos estos dan vida al sistema político decadente.

Este sistema es un obstáculo para la Libertad y Soberanía de Venezuela. Unos porque están en el poder ilegítimamente, los otros por permitirlo. Para superar este obstáculo, es necesario quebrar el sistema de forma irreversible; así existirían las condiciones necesarias para el establecimiento de un orden diferente, donde seamos soberanos y por ende, libres.

Es el momento de juntarnos, porque no es ni temprano ni tarde, sino momento de gestar la Venezuela Futura. La ruptura definitiva con este sistema político perverso, es el inicio de nuestro encuentro: sin ambigüedades.





El primer elemento que nos une es tener a la Libertad como valor supremo. Nuestro pensamiento político es contra-corriente frente a las “ideologías”, que no son más que los diferentes tipos de máscaras que usa la decadencia en Venezuela: el quinceañero maridaje del régimen con su oposición es de absoluta izquierda. El espectro abarca desde los comunistas pasando por los socialdemócratas y socialcristianos, hasta progresistas y humanistas: todos socialistas, incluso los que dicen no serlo, puesto que terminan adoptando los discursos y las acciones de ellos.

Lo segundo que nos une es el cultivo permanente del ser de cada quien, mediante el estudio disciplinado. Sin estudio no existen méritos para gobernar la Nación; quien quiera hacer política debe estar preparado para ello: no puede ser cualquiera, como cualquiera no puede realizar una operación a corazón abierto o pilotar un avión. Venezuela está en la quiebra porque despojos de hombres que no tienen ni idea de lo que hacen en ministerios o puestos de gobierno, toman decisiones; peor aún, se dejan elegir por el “pueblo”. Estos, sólo les interesa arrastrar masas, concibiendo a los “ciudadanos” como votos y no como personas. ¿Acaso puede seguir siendo normal, que quien no sepa gobernar siga siendo elegido para hacerlo?

El tercer elemento es valorar el esfuerzo individual por ser. Cada quien merece un trato específico por lo que es y no por lo que tiene, porque lo que tiene cada quien, es por lo que es. Los decadentes valoran a las personas por lo que tienen y no por lo que son.  Los individuos que se esfuerzan por hacer las cosas, tienen los mejores atributos para construir una Nación de hombres libres, es decir, de hombres responsables y respetuosos. A quien no se esfuerza por obtener lo que quiere ¿por qué habría de dárselo quien sí lo hace?

Lo cuarto que nos junta es la fraternidad entre nosotros. Este vínculo es indestructible e impermeable a cualquier prebenda del sistema. Es poderosa, porque existe consideración, admiración y cuidado entre todos y cada uno de los miembros de la causa. Lo dinamiza el aprendizaje mutuo, lo solidifica en ese sentido, la confianza. Por eso, en fraternitas no hay actos deshonestos, ni corrupción, ni traiciones.

Un decadente no entiende de fraternidades porque es moral para él que cuando alguien se destaca, le sabotea el trabajo, generándole obstáculos para que sea el fracaso el resultado de todo su esfuerzo. Ni la envidia, ni el resentimiento construyen sanas civilizaciones: la Venezuela de hoy  es un ejemplo de ello. Por eso, quienes sean envidiosos y resentidos, no pueden estar con nosotros: no los necesitamos.

Si estas en sintonía con estos 4 elementos, rechazas naturalmente lo mediocre y lo bajo, lo corrupto y lo deshonesto. Por eso te digo:

 

La MUD dejará de existir en las próximas semanas. Como la Hidra de múltiples cabezas, esa “oposición” ya ha perdido varias por la espada del tiempo: Salas, Arias y Rosales, ahora la de Capriles inevitablemente. Dos de sus colores romperán el vínculo que los unen sin renunciar a su esencia. La calle la usan como preaviso y justificación al mismo tiempo los fines de semana. Estas dos nuevas cabezas, que se muerden una a otra como fieras para quedar con vida en el 2018, son el comienzo de una nueva etapa en el 2014. Si una vez se llamaron Coordinadora Democrática, y luego Mesa de la Unidad Democrática, ahora se llamarán de otra forma: una redimensión estética de la oposición oficial. No perderán su objetivo permanente: el de subyugar a los que quieran luchar con fuerza contra este régimen, sin ligerezas.

No justificarán con los que no saldrán a votar, el fracaso de este 8 de Diciembre. Ya la gente seria no  soporta tanta mugre: con ellos NO hay futuro, NO hay cambio y NO valen los votos.

Rompe de manera absoluta tu vínculo con el sistema político decadente hermano de lucha. Decretamos la guerra a los mediocres. Vamos a instaurar con nuestro esfuerzo, un sistema político diferente. Es momento de hacer con nuestras manos, la Venezuela Futura.

 

Por @RoderickNavarro de @VFutura